Periodista y traductor

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Vitoria-Gasteiz, Álava, Spain

 La Música del Siroco, poesía saharaui.



La música del siroco es la música del alma cuando peregrina ajena a la realidad y en la fusión de los sentimientos renace para arrancar al aire la arena y esparcirla en pequeños versos que desbordan la conciencia, es allí cuando cala inmersa y se sumerge para hundirse en cada uno que la adopta como suya.
Es tan profunda una duna como un poema o una canción que entra en nuestros cuerpos y desaparece como lo hace el siroco cuando se funde con el agua, la palabra es belleza cuando la elevamos al orgasmo del verso y es allí donde vuela inequívoca y desafiante para brotar de nuestros labios.
Dejemos que la palabra acompañe a la imagen y desde el exilio de cada uno seamos capaces de sentir el movimiento de los ojos cuando besan el espejismo del desierto.
La música del siroco es una charla permanente con el Sahara, con los camellos, con los beduinos y con el paisaje frondoso de Cuba, intenta mezclarse con el tiempo y rebuscar en las migajas de cada historia para sentirse libre en una plaza de El Aaiun, o en alguna calle de Dajla.
Condenados estamos todos a perseguirnos y ser perseguidos, mientras la poesía viaje de una montaña a otra en busca de una nueva ruta que la lleve al corazón de Tiris para jugar con sus dromedarios y pastores bajo el sonido del relámpago y las nubes.

Autor: Ali Salem Iselmu
Edita: Um Draiga, Amigos del Pueblo Saharaui en Aragón
Año de publicación: 2008
Encuadernación: Rustica
Número de páginas: 80 páginas


 

CUANDO NADIE NOS MIRABA.

Estoy encendido de palabras

en medio del silencio

nadie me escucha,

veo la claridad del camino

en medio de la montaña

el bosque de pinos

en el mes de mayo,

mis lágrimas caen

cerca de la fuente de agua,

estoy solo en esta soledad,

camino por el sendero

siento una locura irremediable,

los latidos de mi corazón

la claridad de mis manos.

 

Recuerdo mi infancia

en el valle de acacias,

mis lágrimas de niño

en un campo de naranjas

soy el niño que busca el pasado,

el joven inocente sin heridas,

el hombre que atraviesa las palabras.

 

Estoy cerca de la casa de piedra

atravesando la escarcha

no conozco mi lenguaje,

la lengua de mis lágrimas

mis primeras palabras,

es allí donde aprendí

los versos del desierto

los que me enseñó mi madre

cuando nadie nos miraba.

 

El cielo que vi estaba cubierto de palabras

de luces que hablaban

que mi madre aprendió a leer

cuando nadie nos miraba.

 

Ali Salem Iselmu.

 La Luz de Cuatro Velas en El Sahara.



La Música del Siroco.

                                                         NO TE IRÁS SIN TÚ HIJO ̶ N o te irás sin tú hijo   ̶   le dijo enfadada. Ella que...